LA MUJER POLICÍA Y SU LLEGADA A LA POLICÍA NACIONAL, DESPUÉS DE LA INVASIÓN A PANAMÁ.

Por: Comisionado de Policía (R) GUSTAVO DANIEL ÁVILA.

14 de abril de 2024, Día del Policía.

La presencia de la mujer en las instituciones de seguridad de la República de Panamá data de hace décadas, teniendo oportunidades de ingreso a la Guardia Nacional como a las Fuerzas de Defensa, tanto dentro del nivel básico como también, aunque en menor proporción, a nivel de oficiales.

Mujeres de distintos rincones de la república tocaron las puertas de los centros de reclutamiento y selección de aquellas épocas y fueron sometidas a entrenamiento y formación básica, pudiendo superar con mucho esfuerzo lo exigente del entrenamiento, pero, mucho más exigente era mantenerse dentro de las filas de la institución; una institución que siempre ha sido liderada por hombres.

Hubo una interrupción con el ingreso de damas a las filas de la institución entre finales de la década del 80 e inicios de la década del 90, ya que cuando se crea la Academia de Policía en noviembre de 1990 y recibe a sus primeros estudiantes, todos fueron masculinos, siendo conocida como la Promoción Génesis. De aquí egresaron aproximadamente 250 nuevos agentes de policía, sin que hubiera una sola fémina en ese grupo.

Seguidamente, se cumple con el segundo proceso de selección de nuevos estudiantes para agentes de policía, siendo esta entonces la segunda promoción de agentes, que cumple con el periodo de formación de aproximadamente cuatro meses, graduándose una cantidad similar a la de la primera promoción, pero, como dato curioso, tampoco fueron seleccionadas mujeres para esta nueva promoción. 

Es entonces, que, para julio de 1991, se permite el ingreso de mujeres al tercer curso de formación de agentes de policía, este era un proyecto ambicioso y novedoso para la Policía Nacional.

Las instalaciones de la Academia de Policía estaban ubicadas en Gamboa, sobre la carretera Omar Torrijos, en un antiguo complejo logístico de las Fuerzas de Defensa. Contaba con un comedor, un complejo de aulas, una plaza de armas, cuadro de futbol, un espacio de terreno utilizado como polígono de tiro, unos dormitorios que en su momento estaban diseñados para albergar solo hombres; sin embargo, se hizo un trabajo improvisado, en el que se hicieron unas paredes de gypsun dentro del dormitorio masculino, paredes que no alcanzaban la altura del techo.   Allí entonces las féminas podían tener un espacio privado para cambiarse de ropa, no obstante, no pernotaban en la academia ya que ese espacio reducido no estaba diseñado para preservar su intimidad de manera total, por lo que tenían que viajar todos los días de Gamboa hasta la antigua terminal de buses de S.A.C.A.  sitio donde eran recogidas todos los días por un oficial en un vehículo policial tipo pick up.

Este grupo de muchachas era recogido antes de las 5:00 de la mañana, llegaban a la academia para incorporarse a las actividades, como la calistenia, el trote, desayuno, izada de bandera y seguidamente las actividades académicas y de formación policial.

Es importante reconocer que, si para los masculinos era difícil, ya que se quedaban en la academia, sometidos al régimen nocturno, que por lo general terminaba a la media noche, para levantarse a las 04:45 a.m., para las féminas también era difícil, porque tenían que madrugar constantemente para estar en esa terminal de transporte, llegar a tiempo a la academia, realizar todas sus actividades y después retirarse pasada las 18:00 o 19:00 horas, una vez se había arriado la bandera.

Durante el proceso de formación policial se logró medianamente acondicionar ese espacio de paredes de gypsun, para que al final las mujeres pudieran pernoctar en la academia de policía y ser sometidas al mismo régimen que los masculinos. Fue una prueba difícil para ellas, prueba que un minúsculo grupo de 16 jóvenes panameñas pudo superar, mismo grupo que hizo carrera dentro de la Policía Nacional durante 30 años, apoyando la seguridad ciudadana, aportando al trabajo en equipo, colaborando hombro a hombro con sus compañeros en la prevención y represión de delitos y faltas y culminando una carrera de manera honrosa, siendo ejemplo para las nuevas generaciones de mujeres dentro de la Policía Nacional.

¡Feliz Día del Policía!

El Comisionado Ávila, es Licenciado en Defensa Nacional y Seguridad Pública, Magíster en Estudios y Criminológicos, y es Docente universitario. Miembro de CONAPOL e Investigador de Laboratorio para el Análisis y Prevención del Delito (LAPRED).